Resumen
Hoy escuchamos un mensaje poderoso que nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con Dios, usando como base el libro de Malaquías. El pastor nos recuerda cómo, a lo largo de la historia, el pueblo de Dios puede haberse desviado de Su camino, incluso después de haber sido liberados de la cautividad. Así como en los días de Malaquías, es un llamado urgente a volver a Dios, a un corazón que no solo respeta Su palabra, sino que también la vive.
El cielo observa atentamente, y aquellos que temen a Dios son considerados un “tesoro especial” para Él. Esto nos motiva a tomar en serio nuestra fe, buscando una relación auténtica que declare que somos diferentes del pueblo que vive en tinieblas. Se nos anima a ser parte de un remanente fiel que entienda el valor de la adoración y la obediencia. Nuestra adoración no es solo una cuestión de rituales, sino un acto de entrega que atrae la presencia de Dios a nuestras vidas.
Asimismo, somos desafiados a “derribar los altares” de aquello que no agrada a Dios en nuestras vidas. Lo que necesitamos es una decisión firme de cortar con patrones heredados que nos alejan de Su propósito. La obediencia y la adoración son claves para recibir la visitación del Espíritu Santo, y debemos estar dispuestos a ser esos instrumentos que Él usará para el avivamiento.
El pastor concluye recordándonos que la victoria y la prosperidad en nuestras vidas dependen de nuestra disposición a actuar en fe, y a mantenernos firmes en nuestra adoración, desechando las tinieblas. Avanzar hacia un futuro glorioso es el deseo de Dios para nosotros, en tanto empecemos a limpiar nuestras vidas de todo lo que no le honra. Te invita a levantarte, ser valiente y asumir tu papel en este tiempo, porque el cielo espera por ti.